domingo, 3 de octubre de 2010

Salgamos a rodar.

No recuerdo bien el momento en que cambió mi forma de pensar respecto a los días de lluvia. Cuando era chica pensaba que era sumamente estúpido usar el limpiaparabrisas, si igual se podía ver bien entre las gotitas de agua..
Pero un día dejé de pensar que era sencillo ver entre las gotitas, y entendí lo útil del objeto. Sin embargo hoy mientras viajaba, en un hermoso día soleado, me acordé de la Stopcita que pensaba que los limpiaparabrisas eran inútiles. Y me dí cuenta de que algunas cosas inevitablemente cambian, aunque sean chiquititas.
Pero muchas otras no, y es por eso que escribo hoy. Porque estoy cada segundo más cerca de concretar mis sueños, más cerca de seguir soñando y haciéndolos realidad. Cuento con mucho apoyo para la titánica tarea de recrear mundos inciertos en los que me pierdo y me encuentro con tamaña facilidad, y dicho apoyo viene de parte de distintos pilares que conforman mi fantástico entorno. También en cierto punto me siento presionada, pero no hay presión que valga cuando uno es apasionado. Últimamente sólo busco imágenes, debería quizás intentar una especie de guión, pero no me siento cómoda con la idea.
Voy a conformarme con incursionar en un mundo que me es extraño y admirable, y del que espero formar parte algún día. Pero todo a su tiempo, por ahora sólo me remito a dar una mano y de paso satisfacer esta necesidad enferma que tengo de filmar. Creo que tengo una interpretación bastante aproximada de lo que están buscando, pero todavía tengo que probar. Uno nunca sabe, ojalá todo salga fantástico. Corre mucha energía, estoy cambiando y sigo igual. Pero esta vez, por primera vez, me siento acompañada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario