sábado, 16 de octubre de 2010

The Mindkeeper

VIEJO! que susto me pegaste. Sonreí nomás, siempre supiste todo. Y cómo me asusto cuando desaparecés un par de horas, me acostumbré a tenerte siempre. Esas cosquillas cuando tengo miedo y automáticamente la seguridad de que no va a pasar nada, mi viejo acompañante. A veces no somos sólo nosotros, te caen bien las personas o simplemente no querés que estén. Ojalá no seas un sueño, muchas cosas me prueban lo contrario pero estoy tan segura de ellas como de que no estoy loca. Triste, ah?
En realidad no, porque siempre estás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario